Cada vez que llueve es una mala noticia para Celeste Gómez.
Significa que a Franco, su pareja, no le va a salir ninguna changa de albañilería y que tendrán que arreglarse con la que tiene en la alacena, una reserva que a fin de mes escasea pero que no puede dejar con hambre a Cristal, la hija de ambos, de solo tres años..